La semana pasada hemos trabajado en nuestra escuela infantil en las Rozas con los animales domésticos. Los peques se lo han pasado fenomenal y han aprendido un montón. Cada uno ha traído, con muchísima ilusión, una foto suya con sus mascotas. Incluso nos ha visitado un perrito con el que han jugado.
Aprovechando la ocasión, nos gustaría destacar los beneficios de las mascotas sobre el desarrollo de nuestros peques a nivel físico y afectivo, que son numerosos. No en balde existen numerosas terapias con mascotas para personas mayores y enfermos.
Y cuando hablamos de mascotas, nos referimos a cualquier animal doméstico. Aunque los animales predilectos son perros y gatos, maravillosos compañeros, también se incluirían aves, hámsteres, tortugas, peces… En España, hay aproximadamente unos 15 millones de mascotas registradas, de las cuales unos 9 millones son perros y unos 5 millones son gatos. Hay muchos tipos de mascotas que podéis tener en casa que dan relativo poco trabajo, y que aportan prácticamente los mismos beneficios. Así que si aún no tenéis un animal en casa, os invitamos a que escojáis uno que se adecúe a vuestra familia y modo de vida, y veréis como disfrutan los peques.
Beneficios a nivel afectivo
Los niños desarrollan sentimientos positivos hacia sus mascotas, y esto puede contribuir a mejorar la autoestima del niño. Estas relaciones positivas con los animales de compañía pueden ayudar a crear vínculos de confianza con los demás, así como mejorar la comunicación no verbal, la compasión y la empatía, valores fundamentales que los peques deben aprender desde pequeños y que son fundamentales para convivir con los demás.
El respeto y el cariño por los animales que desarrollan es una forma de adquirir responsabilidad. Os invitamos a que les hagáis partícipes y responsables de tareas que ellos puedan realizar del cuidado de las mascotas: sacarlos a pasear, darles de comer o limpiar los utensilios de los animales. Y que sean consistentes realizando dichas tareas. Esto no implica que tengáis que obligarles, todo lo contrario, consensuado con ellos y motivadlos a realizar estas tareas, explicándoles que es necesario para el bienestar de las mascotas. Ser consciente de que otro ser vivo les necesita, les ayuda a tener conciencia y sentirse útiles.
El tener una mascota cerca les aporta un sentimiento de seguridad que les acompaña en momentos de soledad, ya que las mascotas no juzgan ni emiten juicios, juegan con ellos en muchos momentos en los que no hay otra persona que les pueda hacer caso y esto les ayuda a socializar con otras personas.
También los niños que están comenzando a hablar, practican conversando con sus mascotas, por los que les ayuda a aumentar las habilidades verbales y de comunicación y encontrar la confianza para empezar a hablar con los demás.
Además, aprenden un poco más de los ciclos de vida (nacimiento, reproducción, muerte), y les ayuda a entender la realidad. Es una lección muy valiosa, aunque un poco difícil a veces.
Beneficios a nivel físico
Jugar con una mascota ayuda a producir serotonina, la hormona de la felicidad, reduciendo los niveles de estrés, ansiedad y angustia e incluso reduce el contenido de colesterol y glucosa en sangre.
Diversos estudios han demostrado que el convivir con mascotas produce algunos efectos a nivel corporal: se disminuye la presión arterial, se regula la frecuencia cardíaca durante situaciones estresantes, mejorando el rendimiento en general.
Además de invitarles a realizar un ejercicio físico activo, por lo que reducimos el riesgo de obesidad infantil y juvenil o enfermedades cardiovasculares a más largo plazo.
Numerosos estudios también apuntan que, la exposición a animales desde temprana edad puede reducir las posibilidades de alergia y mejorar el sistema inmunológico. Según un estudio finés publicado en 2012 por la publicación estadounidense Pediatrics los niños que conviven con gatos o perros tienen un 30% menos de posibilidades de presentar síntomas de infecciones respiratorias y alrededor de la mitad no sufrirá infecciones de oído.
También ayuda a desarrollar la creatividad, la capacidad de exploración y la curiosidad a través del juego espontáneo, de suma importancia durante la primera infancia, ya que funciona como una fuente de enriquecimiento para la imaginación.
Si estáis pensando en contar con la compañía de algún animal, tened en cuenta que sean adecuados para los pequeños, que tengan un carácter amable y, sobre todo, que esté higienizados y con sus vacunas al día para evitar accidentes. Conviene recordar que es una decisión que debe ser ponderada y consensuada, y no debe ser una moda pasajera.
Y por último, y no menos importante, cuidar de las mascotas y jugar con ellos juntos en familia crea vínculos inolvidables e invaluables para nuestros pequeños. Para muchos, mascota y familia forman un vínculo inseparable, por lo que siempre que se pueda, podéis incluir a vuestra mascota en los planes familiares. Hoy en día hay muchos sitios ‘pet friendly’ y muchísimos planes para que la familia al completo disfrute de las mascotas y de los beneficios que conllevan.